Resonancia Schumann

resonancia1

Los días corren demasiado a prisa; el tiempo no me alcanza;… ¿Es solo una sensación o realmente todo se está acelerando excesivamente? ¿Es ilusión o existe una base real? La “resonancia Schumann” trata de explicarlo.

El físico alemán W.O. Schumann constató en 1952 que la Tierra está rodeada de un campo electromagnético poderoso que se forma entre el suelo y la parte inferior de la ionosfera situada a unos 100 km por encima de nosotros. Ese campo posee una resonancia más o menos constante del orden de 7,83 pulsaciones por segundo. Funciona como si fuera un marcapasos, responsable del equilibrio de la biosfera, condición común de todas las formas de vida. También se ha comprobado que todos los vertebrados y nuestro cerebro están dotados de esa misma frecuencia de 7,83 hercios. Empíricamente se ha constatado que no podemos ser saludables fuera de esta frecuencia biológica natural. Siempre que los astronautas, en razón de los viajes espaciales, quedaban fuera de la resonancia Schumann, se enfermaban. Pero sometidos a la acción de un “simulador Schumann” recuperaban el equilibrio y la salud.

Por miles de años el palpitar del corazón de la Tierra ha tenido esta frecuencia de pulsaciones y la vida se ha desarrollado en un relativo equilibrio ecológico. Sucede, sin embargo, que a partir de los años 80, y de forma más acentuada a partir de los años 90, la frecuencia se elevó de 7,83 a 11 y hasta 12 herzios. El corazón de la Tierra se disparó y de manera coincidente se han sentido desequilibrios ecológicos: perturbaciones climáticas, mayor actividad de los volcanes, crecimiento de tensiones y conflictos en el mundo y aumento general de comportamientos desviantes en las personas, entre otros. Debido a la aceleración general, la jornada de 24 horas es, en realidad, solamente de 16 horas. Por lo tanto, la percepción de que todo está pasando demasiado rápido no es ilusoria, tendría una base real en este trastorno de la resonancia Schumann. Es decir TODOS los procesos se han acelerado tanto en el planeta como internamente en sus ocupantes.

Gaia, ese súper organismo vivo que es nuestra Madre Tierra, debe de estar buscando formas de recuperar su equilibrio natural. Y lo conseguirá, pero no sabemos a qué precio, lo que será pagado por la biosfera y por los Seres Humanos. Aquí se abre un espacio para que grupos esotéricos y otros futuristas proyecten escenarios, ya dramáticos, con catástrofes terribles, ya esperanzadores, como la irrupción de la cuarta dimensión mediante la cual todos seremos más intuitivos, más espirituales y más sintonizados con el biorritmo de la Tierra…   Eso da para otros temas, pero lo que sí quiero enfatizar es que producto de este aceleramiento también ha venido afectando al ser humano en lo más profundo de su cuerpo físico, y aquí entra en juego nuestro ADN.

El planeta Tierra es un súper organismo vivo y la con Humanidad formamos una única entidad, como los astronautas declaran desde sus naves espaciales. Nosotros, los seres humanos, somos Tierra que siente, piensa, ama y venera. Y por serlo, poseemos la misma naturaleza bioeléctrica y estamos envueltos por las mismas ondas resonantes Schumann. Por ello es importante que estudiemos un poco los componentes de nuestro ADN y como está siendo afectado.

Timina

 

La timina es una de las cuatro bases nitrogenadas que forman parte del ácido desoxirribonucleico (ADN) y en el código genético se representa con la letra T. Las otras tres bases son la Adenina (A), la Guanina (G) y la Citosina (C). En el ADN, la Timina siempre se empareja con la Adenina.

resonancia2

La Timina fue descubierta en 1885 por el bioquímico alemán Albrecht Kossel quien también descubrió que es el único componente del ADN que se puede “modificar”, permaneciendo inalterable a estímulos externos los otros 3 componentes.

Entremos en materia: Usamos solo el 10% de nuestro cerebro al igual que el ADN, desechando los restantes 90%, llegando incluso de bautizar científicamente como de “ADN basura o ADN chatarra” al otro 90% en desuso. Pero creo que todos concordaremos que no es lógico siquiera pensar que siendo tan perfectos, existan en nosotros elementos en tan alta concentración sin un propósito. Eso sería simplemente inaceptable, y es lo que la ciencia ha venido descubriendo. El 90% del cerebro posee información muy importante, aún cuando no nos pongamos todavía de acuerdo con que finalidad o para que uso. En cambio el 90% del “ADN basura”, según investigaciones científicas, tiene una rol fundamental en el despertar de la conciencia del Ser Humano.

Aquí entra la Timina, que es activada o estimulada con estímulos como luz ultravioleta y con la elevación de vibraciones energéticas.

Luz ultra violeta que llega desde el sol cada vez con mayor intensidad por el paulatino deterioro del campo electromagnético (que a su vez aumentan la resonancia Schumann) y las alzas vibracionales con enfoques y reacciones amorosas del Ser Humano, ayudadas enormemente con oraciones, rezos y/o meditaciones, ya que estas llevan implícitas las buenas intenciones de quienes las realizan. Lo interesante de esto es que todos estamos siendo afectados por los cambios en el despertar de la conciencia, es decir con el cada vez mayor aprovechamiento del 90% del “ADN basura”, a través de la estimulación de la Timina.

La acción de la Luz ultravioleta sobre nuestro ADN es algo externo a nosotros y nos afecta a todos por igual, lo creamos o no. Es la forma como el Universo (Dios, Supremo hacedor,… o como cada uno desee llamarlo de acuerdo a su cultura filosófica y religiosa) nos ayuda a todos. Es por ello que cada uno de nosotros debe hacer su parte en forma individual. Es responsabilidad de cada uno el trabajar individualmente en el proceso de despertar su conciencia ayudándose a activar el 90% de su “ADN basura”, idealmente con meditaciones para calmar las ondas de pensamientos a fin de poder accionar en forma cada vez más conscientes con pensamientos positivos y amorosos en cada segundo de nuestras vidas, tanto hacia otras personas, situaciones, relaciones, como para con uno mismo…

Perdonar, no criticar; no juzgar son algunas de las actitudes que se han de trabajar. (La trilogía de sentimientos que se deben tener en cuenta siempre son: Compasión, paciencia, y amor).

Perdonar siempre y a todos, tener compasión por aquellos que no entienden ni aceptan lo que ya sabemos. Amar por sobre todas las cosas. Ama a tu enemigo como a ti mismo. Ser sinceros y honestos, en especial con uno mismo. No hacer nunca lo que no se desea hacer. Cada vez que un ser humano está reaccionando negativamente, con hechos o palabras, está haciéndoselo así mismo, como si estuviera frente a un espejo, por ello nunca hay que tomarse nada personal. (Al respecto sugiero leer mis artículos “Las reglas del Juego” y “Las Leyes Universales”)

La palabra dada es el compromiso más grande que tenemos. No hacer a los demás lo que no quieres que te hagan a ti. Todo siempre está bien, sólo hay que encontrar lo que se debe aprender de ello como beneficio para el crecimiento personal… y así podríamos continuar largamente con ejemplos útiles de llevar a la práctica. La información está en tu poder. Llegado tú momento sabrás que hacer con ella. Si estás leyendo esto, es porque tu momento es ahora.

Tan sólo puedo agregar que para que cualquier desarrollo o evolución se logre en armonía, esta debe hacerse en equilibrio. Todo el esfuerzo que el Universo hace con el accionar de la luz ultravioleta, no logrará el efecto deseado en aquellos que no ponen el equivalente de su parte para mantener dicho equilibrio. La tarea es personal, individual e intransferible… independiente de lo que cada uno crea al respecto, ya que los efectos son para todos por igual.

Que el eterno sol te ilumine, y la luz interior guíe tu camino.