Correspondencia de dolencias y los estados psíquicos que los ocasionan

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Como ya hemos dicho, el cuerpo humano es el vehículo a través del cual el alma realiza su planificación (o destino) en este plano físico. Si la ejecución de ese destino está de acuerdo con lo planificado entonces el cuerpo estará sano y equilibrado. Si no es así tendrá dolores y enfermedades como indicativos de que hay algo que se está pasando por alto en el actuar con el entorno, y en consecuencia el alma en su intento de asesorarnos en el tipo de corrección que debemos hacer, nos envía los mensajes a través del cuerpo físico.

Por ello cada dolor y/o enfermedad es un mensaje específico dependiendo del lugar del cuerpo afectado y del tipo de afección en proceso. Cada vez se va aceptando más que el origen de enfermedades y dolores adquiridos durante la vida, está en el área mental / emocional, relacionado con la forma de interrelación con el medio exterior; es decir que este tipo de dolor o enfermedad, es una reacción meramente psicosomática.

Entonces para restablecer la salud debemos hacernos consciente del mensaje que encierra a fin de corregirlo (causa) y de esta forma dejar de producirlo (efecto). Si nos concentramos solamente en buscar el origen en el cuerpo físico (y tratar a éste sin considerar las áreas, mentales, emocionales, energética y espirituales) vamos irremediablemente a caer en la parcialidad del tratamiento ya que estaremos actuando solamente sobre los síntomas físicos y no sobre las causas reales que lo provocan.

A pesar de que por internet circula mucha información al respecto, se hace necesario una correcta interpretación de estos mensajes, para facilitar y ayudar a la recuperación, por lo que en el “Refugio del Alma” conocedores de que “cada caso es un caso”, es que analizamos individualmente a cada tratante en sus sesiones de “Biomagnetismo integral” y lo asesoramos, en cual (o cuales) son las correcciones que debe hacer en las áreas del Ser para recuperar su salud.

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A modo de ejemplo a continuación se exponen los mensajes (en forma genérica) de algunos dolores o patologías en orden alfabético:

Abortos espontáneos: Miedo al futuro y a la relación como madre. Tendencia normal de “ahora no; mas adelante”. Programación inoportuna.

Acidez: Miedos paralizantes que queman.

Acné: Desaprobación y no aceptación de uno mismo. Inseguridades. Baja auto estima. No gustarse.

Adicciones: Huida de uno mismo. No saber aceptarse y amarse a si mismo

Alergias: Rechazo a sentimientos, situaciones o personas no asumidas. Negación del propio poder. Se atrae lo que se teme. Pregúntese ¿A quién o a que sentimiento le tiene alergia? Temor a temas que expresan vitalidad. (Se debe analizar el tipo de alergia especifica)

Alzheimer: Deseo de abandonar el planeta. Incapacidad de enfrentar la vida tal como es. Deseos de morir. Desesperanza y desamparo. Cólera.

Amigdalitis: Emociones reprimidas, creatividad sofocada, situaciones que ahogan. Algo que no se atreve a expresar.

Arterioesclerosis: Rigidez y estrechez mental, negatividad, se siente presionado, tensión alta, agresividad contenida. Endurecimiento mental endurecen las venas. Negarse a ver lo bueno.

Articulaciones endurecidas: Intransigencia. Inflexibilidad mental. Critica y autocritica. Dificultad para hacer cambio en la orientación de la vida.

Artritis: Sensación de no ser amado. Actitud de crítica. Resentimiento.

Asma: Amor que sofoca, incapacidad de respirar solo, sensación de ahogo, llanto reprimido. Dificultad entre dar y recibir. Relación asfixiante, situación ahogante.

Bronquitis: Dificultades en el medio familiar. Discusiones y gritos, a veces silencio.

Cabeza dolores: Personas ambiciosas, perfeccionistas que tratan de imponer su voluntad, controladoras. Jaqueca es sexualidad desplazada a la cabeza.

Caderas: Miedo de tomar decisiones importantes. No hay hacia donde avanzar.

Cálculos biliares: Amargura, pensamientos crueles, condenación, orgullo. Energía que quiere fluir. Situaciones familiares en las que no te atreves a liberarte. Pensamientos repetitivos y fríos se transforman en piedras.

Cáncer: Herida profunda, resentimiento que se arrastra. Un dolor o secreto profundo que te carcome. Carga de odios. Creencia que todo es inútil. Algo importante que nunca se ha atrevido a expresar. Pérdida de una relación emotiva importante (viudos, divorciados o separados). Pérdida de la razón de existencia (desesperanza, desamparo). Incapacidad para expresar ira o resentimiento y la pérdida de una relación emocional importante. El cáncer tiende a presentarse en individuos apocados, no agresivos e incapaces de expresar adecuadamente sus emociones.

Cuello: Inflexibilidad, rigidez, terquedad, tozudez. Negarse a mirar a otros aspectos; no querer mirar atrás. (Tortícolis; rigidez cervicales;)

Diabetes: Indica un deseo de ser amado, combinado con una inhabilidad para dejarse amar. El resultado es “hiperacidez” o sea, los que no aman, se vuelven ácidos. Falta el dulzor de la vida y añora el amor que no puede dar. Nostalgia de lo que pudo haber sido. Gran necesidad de controlar. Tristeza profunda.

Espalda: Parte alta: falta de apoyo emocional, sensación de no ser querido. Retención del amor. // Parte media: atascado en un pasado que vive como una carga. // Parte baja: miedo a quedarse sin dinero, falta de apoyo financiero. Siente la carga de tener que sustentar materialmente a los suyos. // Cargado espalda: desvalimiento, la vida le supone demasiada carga.

Estreñimiento: Resistencias a dar, afán de retener, avaricia, aferrado a lo material, incapacidad de ceder. Miedo a dejar salir el inconsciente. Atascado en el pasado, no se adapta a lo nuevo.

Gota: Necesidad de dominio, impaciencia, cólera.

Hemorroides: Miedo a los plazos establecidos. Miedo a aflojarse. Sensación de estar recargado

Hígado: Relacionado con la cólera y emociones primitivas. Rabioso. Hacerse la víctima con autoengaño, justificándose como exigente y por ello sentirse mal.

Tiroides: Humillación. “Nunca puedo hacer lo que deseo ¿Cuándo llegará mi turno? // Hipertiroidismo: decepción por no poder hacer lo que uno quiere. Alguien que intenta satisfacer a los demás y casi nunca a sí mismo. Rabia por ser dejado de lado. // Hipotiroidismo: renuncia a todo intento. Desesperanza. Sensación de bloqueo.

Indigestión: Miedo visceral, terror, angustia.

Insomnio: El sueño nos exige entrega y confianza, abandonarnos a lo desconocido. Tiene dificultades y miedo de soltar el control consciente y abandonarse a su inconsciente. Debe aprender a preocuparse de las zonas de su inconsciente, para averiguar de dónde procede la ansiedad. El insomne carece de confianza y de capacidad de entrega. Él se considera “activo” y no puede abandonarse. Cree que todo depende de él y por tanto no tiene derecho a relajarse. Permanente vigilia.

Laringitis: Alguien que está tan furioso que no puede hablar. Grito de socorro. Miedo de hacerse valer. Resentimiento con la autoridad. Algo que no se puede expresar.

Mareos: Miedo, sobre todo a la muerte. Falta de control. Querer controlarlo todo, y al no poder hacerlo, se marea.

Migrañas: Resistirse a fluir, sustituir la acción por el pensamiento. Personas muy mentales. También puede ser un problema con la sexualidad.

Oídos: Sordera: egocentrismo, no prestar atención a otros. No querer escuchar. // Otitis: perdida de flexibilidad y adaptación. Necesidad escuchar la voz interior. Se queda sordo el que ya lo estaba para escucharse a sí mismo. // Mastoiditis: deseo de no oír lo que está pasando. El miedo afecta al entendimiento. // Dolor de oídos: alguien que no quiere oír. Discusiones entre los padres o seres queridos?

Ojos: Astigmatismo: yo perturbo, miedo de verse realmente a sí mismo. // Cataratas: es para no ver lo que no quieres ver. Futuro sombrío. // Glaucoma: presión psíquica de las lágrimas no vertidas, pérdida de visión global. Fuerte negativa a perdonar. Presión de heridas muy antiguas que le abruman. // Miopía: subjetividad exagerada, le afecta cualquier tema personalmente, susceptibilidad, irritabilidad, desconocimiento de sí mismo, no quiere verse. Falta de visión de conjunto. Miedo al futuro. // Presbicia: no querer ver lo más cercano. Miedo al presente. // Daltonismo: ceguera para la diversidad y colorido de la vida, todo lo ven pardo, tienden a despreciar las diferencias, seres grises. // Conjuntivitis: denota conflicto, cerrar los ojos ante un conflicto que no queremos afrontar. // Estrabismo: visión unilateral del mundo, visión parcial, pérdida de relieve y perspectiva de las cosas. Propósitos contradictorios o temor a mirar el presente, el aquí y ahora. // Ceguera: no querer ver.

Parkinson: Miedo e intenso deseo de controlarlo todo y a todos.

Piel: Conflicto entre tu vida interior y el mundo exterior. Cuanto más robusta la defensa y más gruesa la coraza, mayor es la sensibilidad y el miedo. // Dermatitis: abandono sufrido. // Psoriasis: acorazarse contra el mundo exterior por sentirse amenazado. // Erupciones, manchas: Algo psicológico aflora al exterior. // Picores: una pasión ardiente, una exaltación, un amor fogoso o, también, la llama de la ira. No es de extrañar que el picor esté acompañado de erupciones cutáneas, manchas rojas e inflamaciones. Uno se blinda por los cuatro costados. Uno no quiere que nada entre ni salga. // Granos: vergüenza por la propia sexualidad.

Presión sanguínea: Alta: problema emocional antiguo, no resuelto. // Baja: falta de amor en la infancia. Derrotismo. Negatividad. Alguien que se dice “de que sirve, igual no funcionará”.

Próstata: Miedos mentales que debilitan la masculinidad. Masculinidad menospreciada o desatendida. Renuncia, presión sexual y culpa. Alguien que ya no es apreciado por su pareja. O alguien que cree no poder conseguirla. Sensación de vejez.

Respiración, problemas: Conflicto entre lo que das y lo que recibes. Sientes que no tienes tu espacio.

Reumatismo: Sentimiento de víctima. Falta de amor. Amargura crónica, resentimiento.

Riñones: Sede de los miedos. Los riñones representan la convivencia y la armonía. // Cálculo renal: acumulación de temas de los que el individuo hubiera tenido que aligerarse hace tiempo, ya que no eran necesarios para su desarrollo y que bloquean la corriente del desarrollo y producen congestión.

Ronquidos: Negativa obstinada a abandonar viejos modelos mentales. Resistencia a crecer como persona.

Sangre: Problemas en las relaciones familiares. // Anemia: actitud de “si pero…” Falta de alegría. Miedo a la vida. Sentimiento de no valer lo suficiente. // Coágulos: obstrucción de la alegría de vivir. // Problemas: falta de alegría. Ideas que no circulan.

Trombosis: Individuo rígido en el orden mental, si sus opiniones se hacen lema y sentencia inflexible, también en lo corporal se condensará y solidificará lo que debe ser fluido.

Tumores: Alguien que nutre viejas heridas y genera remordimiento.

Ulceras: Miedo a alguien que cree no servir. ¿Qué es lo que le carcome? Debe aprender a tomar conciencia de sus sentimientos, afrontar los conflictos y sus deseos de protección materna.

Uñas mordidas: Frustración, alguien que se come a sí mismo. Resentimiento con uno de los padres o con la pareja.

Vejiga, problemas: angustia, alguien aferrado a viejas ideas, miedo a aflojarse, alguien que se siente irritado.

Verrugas: pequeñas expresiones de odio. Convicción de fealdad.

Y así podríamos seguir largamente con esta lista. Lo importante es hacerse consciente de que si seguimos haciendo las cosas de igual modo, seguiremos teniendo los mismos resultados.

La grandiosidad del ser humano no radica en estar permanentemente descubriendo y creando cosas nuevas, sino que está en su capacidad de mirar y ver con otros ojos lo que ya existe. La capacidad que cada uno tenga de explotar ese don en el día de hoy, hará la diferencia respecto del tipo de ser humano en que se convertirá mañana.

Por ello los responsables de lo que a cada uno le sucede siempre están en su interior, y es ahí donde se deben buscar las respuestas y hacer los cambios.

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“Que la luz interior guie tu camino”

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